Abre la puerta.
Hazlo por Bobby, el hijo
del hombre importante. El niño que siguió las baldosas amarillas y
nunca volvió. A nadie le importa. El hombre con tirantes ya no habla
de ello en las pantallas.
La gente olvida.
Pero tú no. Tú eres el
héroe.
Encuéntralo, igual que
al cachorro. Papá dijo que se había escapado, pero tú podías
oírle. El pequeño Bobby, de piel manchada y hocico rosado. Le oías
gemir debajo de la casa.
Recuerda el libro.
Palabras cegadoras, como un millón de luces de neón estallando en
la noche: “Cuidado cuando vayas a cazar dragones…”. Los
dragones acechan en el jardín trasero, arrastrando sus vientres
sobre jeringuillas usadas.
Sé fuerte, por Bobby. Él
cavó durante horas, buscando un cachorro muerto. Y su padre reía…
y reía.
Abre la puerta… Salva
al niño…
Bobby ha muerto. El héroe
ha muerto. Sólo queda el monstruo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario